Hay dos tipos de mentalidades que podemos cultivar. Uno que acepta los problemas como oportunidades para aprender y uno que los evita, a menudo por miedo a fallar. Se puede decir que las personas que evitan los conflictos tienen una mentalidad fija. Aquellos que ven los problemas como desafíos interesantes tienen una mentalidad de crecimiento. A veces nos gusta cambiar de la una a la otra
