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Ay, luna, lunita 1ª parte

En la granja de Federico Feliciano de la Feria, cuando la luna se planta en el centro de la noche, los animales empiezan a pedirle sus más secretos deseos. Uno tras otro le expresan lo infelices que se sienten por ser quienes son y sus deseos de ser otro animal. La luna les ilumina, les escucha y atiende sus demandas.