Es la aparición de la risa, la más subversiva de las notaciones históricas, el más olvidado de los acontecimientos, por ser de origen popular, por estar contra las poderosas estructuras del poder. La risa fue contundente y definitiva como la crítica más demoledora de la estulticia, de la arrogancia, de la indolencia y de todo lo que iba en contravía de la justicia, de la prudencia y el buen hacer. En la risa hay un mundo paralelo, inteligente, implacable, que no perdona ni tiene compasión, que se expresa en la plaza, en la calle, en el tinglado y que nadie puede regular, por que nace en la espontaneidad cotidiana, en el pensamiento libre de todos los seres dispuestos a morir de la risa para no morir de verdad.
